sábado, 3 de mayo de 2008

ACTIVIDADES CULTURALES GRATUITAS EN VALENSIA

Aunque sé que preferís meteros coca, tiraros gasolina por encima, y por supuesto -vuestra mayor afición-, compraros cosas que no necesitaréis nunca, uno de mis deberes como blog revolucionario, erudito y vanguardista es el de ofreceros de tanto en tanto alternativas a vuestro estilo de vida corrupto, apático, antiecológico; alternativas gratuitas, deportivas, saludables, cultas; alternativas que se pueden compaginar con la ingesta masiva de chelas.


Una de los fenómenos más extraños y enigmáticas de nuestra sociedad es que todavía haya gente hoy en día que sigue yendo al cine a que le atraquen, especialmente en ciudades grandes donde casi todos los días proyectan alguna película gratis o a un euro en alguna asociación cultural, universidad, filmoteca, bar mugriento de abuelos o casa del pueblo. Esta semana he visto dos pelis extrañísimas pero muy recomendables, sobretodo la segunda: Qué tan lejos, (interesante) una road movie... !ecuatoriana! y Perfect Blue (excelente) un thriller psicocológivo manga limón.


Pero lo que quería recomendar, para los que viváis en la ciudad de pin y pon gobernada por especuladores y marujas, es que vayáis estos a vuestro museo de bellas artes a ver el Patio del Embajador Vich y la exposición sobre el Greco.


El museo de Bellas Artes (excelente) cuenta, como algunos pocos sabréis, con dos estupendos patios. Uno es el de toda la vida (interesante), que está bastante bien con su peculiar capa de pintura roja y en el que se exponen algunos capiteles islámicos y románicos (excelentes) provinientes de edificios de la Comunitat que fueron demolidos. Pero el patio que más vale la pena es el del Embajador Vich (imprescindible, recomendación especial del autor de este blog), no sólo uno de los mejores patios renacentistas que se conservan en España junto con uno que está en Cádiz y otro que está en Almería, sino también uno de los mejores ejemplos de monumentos itinerantes de la historia.


Parece ser que el tal Vich era un diplomático muy importante que sirvió varios años en Roma, y como era un tío culto y amigo de las artes, construyó en su casa italiana un perfecto patio siguiendo la última moda renacentista de su tiempo. Cuando tuvo que volver a nuestra ciudad al finalizar su periodo como embajador en Roma, desmontó el patio y se lo trajo en barco desde Italia para añadirlo a su casa del Carmen.


Tres siglos después de su muerte, en 1869, su heredero o quien viviera por entonces en el palacio, decidió venderlo a un especulador, cuyo proyecto era derribarlo para hacer un edificio nuevo. La Academia de Bellas Artes de Valencia inició sin éxito una campaña para que no se tocara el palacio, pero al menos consiguió salvar el patio y trasladarlo por piezas a un sótano del Museo de Bellas Artes, donde quedó almacenado durante décadas.


Durante el siglo XX, parte de las columnas fueron utilizadas en el rehabilitación como mueso del Convento del Carmen (excelente, recomendación especial del autor de este blog) y el resto se quedó en el de Bellas Artes.


En 1999, unos técnicos del museo (de Bellas Artes), que estaban haciendo las investigaciones previas a la ampliación del mismo, encontraron por casualidad las cajas que guardaban lo que quedaba del patio y concibieron el proyecto de reconstruirlo.


Así que plantearon su idea al Conseller de Cultura, que en esos momentos era nada más y nada menos, que el honorable Francisco Campos actual presidente del chiringuito especulativo-folclórico que algunos llaman "La Comunitat".





Aunque la reconstrucción del patio, que vemos en la imagen, es maravillosa y merece sin duda una visita, si hubiera sido por mí se habría montado en una de esas plazas medio derruidas del Carmen que huelen a pis, donde habría tenido un efecto más impactante, con sus columnas de mármol y su relucientes fachadas azul radiante. No obstante, hay que agradecer un proyecto así aprovado por Campos; si bien la pena es que por cada idea de estas te meta un par de las del tipo de la prolongación de Blasco Ibañez.


Así que no seáis vagos e ir a verlo, es gratis, y de paso visitáis la exposición del Greco (imprescindible), aunque no sea sino publicidad turística encubierta de la ciudad de Toledo, patrocinada por un banco.


De los cuadros que hay, tres son obras maestras, y los otros resultan un poco más flojos: obras cuya calidad sólo apreciarán los verdaderos entendidos. Pero las tres que valen la pena son sin duda de clase mundial, de los que en cualquier ciudad europea os cobrarían 5€ por entrar en un museo en el que simplemente hubiera uno de esos cuadros rodeados por obras mediocres.


En mi opinión uno de los mejores pintores religiosos de la historia. Si la pintura románica y la gótica estaban basadas en la intimidación, y el barroco casi siempre consigue sus efectos por medio de trucos, el renacimiento refleja a menudo un concepto probablemente ilusorio de dios y de la vida. El Greco renunció a la realidad con sus simbolos alucinatorios y sus paisajes fantasmagóricos, para expresar una realidad más honda, paralela, el misterio del interior del ser, la oscuridad profunda de la conciencia, el Horror. Sin duda, su pincel estuvo influido por maestros posteriores (Borges), como Salvador Dalí y Giorgio di Chirico. (Este último también viajó hace poco a Valencia).


Esta en forma elegante, oh peregrino,
de pórfido luciente dura llave,
el pincel niega al mundo más süave,
que dio espíritu a leño, vida a lino.

Su nombre, aún de mayor aliento dino
que en los clarines de la Fama cabe,
el campo ilustra de ese mármol grave;
venéralo y prosigue tu camino.

Yace el Griego. Heredó Naturaleza
Arte; y el Arte, estudio. Iris, colores.
Febo, luces (si no sombras, Morfeo).

Tanta urna, a pesar de su dureza,
lágrimas beba, y cuantos suda olores
corteza funeral de árbol sabeo.


(Luis de Góngora. Inscripción para el sepulcro de Domínico Greco)


Para finalizar, os ofrezco dos rutas excelentes por Valencia, una urbana y otra rural. Para hacer la ruta hasta la Albufera (excelente, recomendación especial del autor de este blog) os alquiláis una bici por 2 euros y medio en la Avda. de Aragón, enfiláis el río hasta la CAC, y volvéis a la ciudad por la rampa anterior al Oceanográfico, de donde parte este carril bici excelente que incluye el Palmar, el Saler y el parque natural.


En la otra ruta (excelente) se trata de descubrir y visitar los pocos, pero interesantes, edificios árabes que quedan en nuestra ciudad. Empezáis por los dos más conocidos: los baños (excelentes) y el portal de la Valldigna (interesante). Luego la fuente árabe (interesante) que se haya en la plaza San Luis Beltrán. Y para finalizar os adentráis en el laberinto de descampados bombardeados y las callejuelas con olor a pis del Carmen para investigar sobre las dos torres de la antigua muralla árabica que todavía quedan en pie: las encontraréis medio escondidas. En sendos delosados solares.




Adosados a edificios casi en ruinas. En una de ellas un vecino incluso se ha construído una prolongación de su buhardilla. En otra de las casas que había en esos solares vivió Ricardo Causarás Casaña, escultor, pintor y pionero aeronáutico, amigo íntimo de Sorolla, de quien realizó cuatro esculturas, e inventor y constructor del "AEROPLANO-MONOPLANO CAUSARÁS", el primer avión militar y civil que existió en España, de diseño futurista y con el que se adelantó a los franceses; Ricardo Causarás fue además antepadasado del autor de este blog.

2 comentarios:

El profeta Azul dijo...

El greco es una cagada, pero yo fui al museo de bellas artes y no vi ese patio. Solo pinturas de mierda, hay una entrada paralela o tengo que volver a ir un dia que este mejor?

Elvar dijo...

Déjelo estar, después de este comentario, no creo que valga la pena que se moleste en ir.