viernes, 3 de octubre de 2008

ARQUITECTURA HOSTIL EN ALICANTE

Bueno, pues al final he decidido no irme a Japón, y por el contrario he preferido transladarme a Alicante, bastión del zaplanismo hostil donde podremos encontrar los peores ejemplares arquitectónicos de toda España. Así que lo que os he preparado esta vez no es un reportaje a cerca gheisas, sushi y tipos que se suicidan por cuestiones de honor, sino un tour fotográfico sobre una de las zonas del litoral valenciano donde el urbanismo descerabrado y la especulación inmobiliaria se han cebado con el paisaje de una manera más cruel y salvaje: la playa de San Juán.

Uno de mis lugares preferidos de la susodicha playa es el de las ruinas de la antigua ciudad ibérica y luego romana de Edeta, que probablemente antes de todo eso fuera un puesto comercial fenicio. No sé qué es más antiguo. Si la presencia de estos monstuos zaplanistas o el descubrimiento del yacimiento arqueológico. Probablemente no fue hasta que empezaron a urbanizar la zona y de desfigurar el paisaje con esos palitroques que se dieron cuenta de que tenían algo allí debajo. Lo que nadie me negará es el singular y morboso atractivo que la combinación de ambos elementos llega a crear en el visitante.


Nótese que he utilizado el término "monstruos zaplanistas", para referirme a todos esos edificios, cuando es probable que el pobre Zaplana no tuviera nada que ver con ninguna la construcciones que aquí se muestran -no le dio tiempo-, pues todas ellas son anteriores al desdichado ex presidente de la cheneralitat. En cualquier caso, utilizo el término zaplanismo para expresar, más que la obra de un personaje en particular, la adhesión a un estilo de vida, el zaplanista, con todas las implicaciones que ello conlleva, en especial para nuestras costas.

Recuerde pinchar las fotografías para hacerlas todavía más grandes, multiplicando así el terrible efecto que la visión que estos edificios causan.


Pasatiempo: encuentre dos edificios de la misma altura, del mismo color, o del mismo estilo en cualquiera de estas fotografías. (Solución más un poco más abajo)


Imposible, lo que confiere a este paraje su máxima singularidad y lo convierte en una obra tan interesante es que no hay en él dos edificios parecidos. Todos ellos son extremadamente feos, pero cada uno lo es mediante un tipo de fealdad distinta al de al lado, y en ello radica su principal mérito. Es como si hubieran contratado a los mejores arquitectos del mundo para que diseñaran, cada uno en su estilo y con fines meramente didácticos -y también sin saber que los otros arquitectos también participaban en el proyecto-, el edificio más desagradable posible para cada parte de este vecindario, el proyecto que atentara de manera más salvaje contra la belleza de ese entorno alicantino, y luego les hubieran dicho algo así como "!Ja, os hemos engañado, habéis caído. No es un proyecto para enseñar a estudiantes de arquitectura cómo no hay que diseñar edificios, sino que nos disponemos a construir de verdad vuestros edificios de mierda! !Imbéciles!"



Si existiera alguien con tan poca sensibilidad estética como para que este reportaje no le haya provocado ganas de llorar, vea esta comparación visual entre lo que es la zona en la actualidad y cómo debio ser en época ibérica, aproximadamente en el 2300 antes de Zaplana.


1 comentario:

El profeta Azul dijo...

Seguro que vienen estudiantes de arquitectura de todo el mundo a ver esa maravilla, de todas maneras cabe decir que en dias de no mucho calor, tomarse unas xelas entre los iberos y el zaplanismo mas agresivo es algo impagable.
Oiga, dejese de inventar nuevos blogs y ponga cosas de japon, nada de mejicanos ni mierdas.