sábado, 19 de enero de 2008

DE MAYOR QUIERO SER UN PARADO

Trabajar es deshonroso sin excepciones. Estar empleado significa hacer algo desagradable a cambio de dinero. Si existiera un trabajo agradable, no habría que pagar para que alguien lo hiciera. Nadie te va a pagar dinero por ir a la playa a tomar el sol, por emborracharte o por comerte una tarta. Las cosas agradables las hacemos gratis.

Hace poco conocí a un parado de verdad, uno de las pocas personas realmente admirables que he encontrado jamás (aparte de mí mismo). No es que el tipo estuviera simplemente en paro, es que era un parado, y en el hecho de ser un parado radicaba toda su grandeza y su esencia. A parte de vivir del subsidio de desempleo o de una pensión de viudedad o de lo que fuera que viviera ese tío, su condición de parado y de tipo vago se reflejaba en cada uno de sus actos. Por ejemplo, pese a que le encantaba beber cerveza, cuando le propuse caminar 5 o 10 minutos para beber unas chelas en una bella plaza del centro histórico, se mostró escandalizado, y rechazó mi propuesta porque había que andar demasiado. "Yo es que vivo en este barrio". Se limitó a decir.

Sin duda era un maestro en el hecho de no hacer nada. Pero incluso los mayores expertos en cualquier faceta tienen momentos de debilidad o duda existencial, así que el Parado buscó mi sabio consejo, y me preguntó si no haría mejor en buscarse un trabajo:

-Lo que estás haciendo -le dije- tiene gran mérito y es digno de admiración. Ojalá me despidieran a mí y pudiera cobrar una jugosa indemnización y luego vivir de un subsidio de desempleo durante un largo periodo.

"Hay personas que no han trabajado en su vida y tienen yates y piraguas y con una sola llamada telefónica se embolsan 2 billones de euros y arruinan a cientos de familias que han estado trabajando duro y ahorrando durante toda su vida"

"Hay una opinión que dice que España es un país de vagos y de pícaros y que tenemos lo que nos merecemos, pero yo creo más adecuado pensar que nadie se ha molestado en crear las condiciones para que en España se trabaje más a gusto y mejor. Si esto fuera Dinamarca o Finlandia, de acuerdo que habría que luchar para mantener el sistema intentando no abusar de él. Pero en este país los gobernantes, sean del signo que sean, se dedican a privatizar empresas públicas y a bajar los impuestos a las grandes empresas año tras año,y a subir los impuestos a los pobres; y aún así esas empresas, pese a que sus beneficios crecen desde hace décadas de manera descomunal, ofrecen cada vez contratos peores a sus empleados y despiden a los que llevan más tiempo; y aunque roban todo lo que pueden en Latinoamérica y deslocalizan a países pobres, el servicio que dan a los usuarios es siempre caro y de pésima calidad"

"Aprovecharse de los subsidios gubernamentales y de las ayudas del gobierno es patriota. Si hoy en día los trabajadores tienen algún beneficio social es porque alguien antes los ha peleado años atrás. Mucha gente ha corrido delante de la policía o ha sido apaleado por los antidisturbios o incluso ha muerto para que hoy en día, por ejemplo, puedas cobrar paro, así que es tu deber y tu responsabilidad hacer el máximo uso posible de esos derechos".

"En la actualizad es muy difícil ser un parado, con tu familia y tus amigos, e incluso el ministro de economía, mirándote mal e insultándote y taladrándote para que te busques un empleo. Vivir de ayudas oficiales, ahora que todavía existen, debería ser un motivo de orgullo y no de estigma"

"Tus sabias palabras serán motivo de inspiración e iluminarán desde ahora mi camino" me dijo el Parado, con los ojos encendidos, tras escuchar mi discurso. "Nunca más abrigará mi corazón deseo alguno de ser productivo, ni me permitiré un solo esfuerzo útil en mi continua búsqueda de máxima parsimonia laboral"

Ojalá todos los españoles tuvieran la misma actitud que el Parado. Si ello se diera algún día, los empresarios tendrían que venir a nuestras casas a convencernos de que trabajáramos, ofreciéndonos generosos incentivos a cambio, y los salarios ya no serían basura nunca más. Podríamos obligarles a que ellos y los ministros hicieran los trabajos más duros, y nosotros trabajaríamos la mitad de horas con un salario mínimo de 5000€, que se conseguiría pagar reduciéndoles el sueldo a ellos. Si no aceptaran, seguiríamos sin hacer nada, hasta que la absurda sociedad capitalista que ellos han creado, y también su insolidario modo de vida, se vinieran abajo, y nosotros tumbados en el sillón y al final todo a la mierda y acabaríamos, ellos y nosotros, trabajando como iguales, y subsistiendo a base de comer todo el mundo patatas, patatas que ellos mismos plantarían en sus propios campos de golf.