sábado, 14 de junio de 2008

LECCIONES ELEMENTALES DE HISTORIA DEL ARTE PARA TURISTAS INCULTOS Y PARA ESTUDIANTES ASIÁTICAS: ARTE CLÁSICO ROMANO (del siglo II AC hasta el II DC)

Los griegos antiguos, excepto durante los periodos inmediatamente anterior y posterior a Alejandro Magno, nunca llegaron a constituirse en nación pese a contar con cultura y lengua comunes. Durante siglos, sus ciudades-estado se dedicaron a aliarse y a pelearse unas contra otras incesantemente, hasta que fueron conquistados por una civilización en ese momento menos avanzada pero más centralizada y mejor organizada para la guerra, y además se trataba de un tipos bastante sanguinarios, en principio sólo unas tribus del centro de la península itálica que luego se expandieron a gran velocidad por todo el Mediterráneo.

Los romanos no eran marineros especialmente buenos, pero en tierra se trataba de los mejores combatientes, de hecho algunas de sus formaciones militares y estrategias han sido utilizadas casi hasta la actualidad. Así que conquistaron casi toda Europa incluyendo media Gran Bretaña -que ya a ellos les parecía una tierra oscura y hostil-, y también todo el norte de África y buena parte de Oriente Medio.

En un principio adoptaron casi por completo la superior cultura griega. Muchos filósofos fueron llevados desde Grecia a Roma y vendidos como esclavos a ciudadanos ricos para que educaran a sus hijos. De igual manera, los mejores arquitectos, ingenieros y artistas de la Hélade fueron reclutados por las clases más acomodadas de la República Romana, para que trabajaran para ellos o bien para que asesoraran al gobierno o ayudaran en la creación o en la administración de las ciudades.

En cuanto al arte en sí, dado su carácter cosmopolita, su mentalidad bastante abierta para la época y su tolerancia religiosa con los inmigrantes internos, con la religiosidad popular y con las naciones conquistadas -el gobierno permitía libertad de culto mientras esto no afectara al orden público-, los romanos aceptaron sin problemas la estética griega como sinónimo de cultura superior, e incluso adoptaron sus mismos dioses. La escultura romana, por lo tanto, es muy parecida a la griega y se caracteriza también por su realismo y por su gusto por la proporción y el equilibrio.

Además, los romanos y los griegos compartían una misma forma de gobierno: la democracia, y en la mayoría de las democracias predomina el arte realista porque suele ser el preferido de los comerciantes, pequeños propietarios y clases medias en general; aunque luego la República romana se convirtió en Imperio y el arte fue adquiriendo una función cada vez más propagandística, pero sin variar demasiado el estilo.

Como ejemplo de arte propagandístico, hay que citar las estatuas ecuestres, que solían representar al emperador o a un noble montado a caballo; se trata de un tipo de estatua que los reyes dictadores de épocas modernas también han gustado de utilizar para inmortalizarse. Luego están están las columnas con arquitectura en relieve, como la de Trajano, que suelen narrar las hazañas bélicas del Imperio y que están compuestas por miles de figuras.

En cuanto arquitectura religiosa, destacan los templos, que suelen seguir también el modelo griego con columnas y techo triangular, aunque poco a poco los romanos fueron añadiendo elementos más complicados que los griegos no habían utilizado nunca, como la cúpula y el arco. Muchos templos romanos nos han llegado hasta la actualidad, como éste de Mérida que vemos en la foto.


O este otro que está en Nimes, (Francia) y en general casi todos los países que fueron dominados por los romanos conservan varios, aunque en la Comunitat no queda ninguno.

Como ejemplo máximo de la arquitectura romana, se cita siempre el Panteón de Roma, cuyas propuestas arquitectónicas, son mucho más audaces que los otros templos romanos de su época aunque la fachada no tiene nada de particular. El templo, en el que destaca su pesada cúpula, ha llegado casi intacto hasta nuestros días, pues ha seguido siendo usado como iglesia cristiana desde después del periodo romano.

Pero lo más destacable y original de la arquitectura romana son las obras civiles, infraestructuras enormes y tremendamente funcionales como acueductos, puentes, calzadas, alcantarillas, termas (baños públicos) etc. que eran necesarias para gobernar el imperio y organizar, abastecer y comunicar las numerosas ciudades con las que contaban. Otros tipos de arquitectura civil en la que destacaron los romanos fueron los teatros, anfiteatros, circos y coliseos, que servían para entretener a un proletariado cada vez peor alimentado que vivía en los suburbios de las grandes ciudades (Roma llegó a tener un millón de habitantes y muchos de ellos eran pobres). Poco a poco, los emperadores dejaron de preocuparse por el bienestar de sus ciudadanos y se dedicaron a mantenerles contentos a base de organizarles luchas de gladiadores cada vez más multitudinarias y sofisticadas.

-Acueductos: constaban de simples sucesiones de arcos y eran utilizados para llevar desde algún el manantial situado en las montañas hasta la ciudad. Destaca el acueducto de Segovia, y también el de Mérida (que vemos en la foto), el de Plasencia (Extremadura), y uno que está muy cerca de Tarragona.

-Puentes: los romanos fueron buenísimos en la construcción de puentes, que destacaban por su resistencia, así como su longitud cuando ésta era necesaria. Muchos puentes romanos, como el de Mérida o el de Córdoba (foto), han seguido utilizándose ininterrumpidamente hasta la actualidad, incluso hasta hace poco para el tráfico de automóviles modernos.

-Calzadas: eran carreteras que comunicaban la ciudad de Roma con todas las ciudades que el Imperio tenía por toda Europa, norte de África y Oriente Medio, y también comunicaban esas ciudades entre sí. Soportaban un intenso tráfico de carros tirados por caballo. Se ha probado que en el Imperio Romano había accidentes de tráfico todos los días y gente atropellada y que las ciudades eran un caos de vehículos a todas horas.

-Teatros: los romanos eran gente muy culta, asesinos supereducados como César, que de joven leyó a unos piratas que le tenían secuestrado unos poemas que él mismo había escrito, y como los piratas dijeron que los poemas no eran demasiado buenos, César les prometió que algún día les cortaría la cabeza, y al final acabó haciéndolo. Las obras dramáticas romanas se estudian hoy en las universidades, se venden obras de teatro romano de hace casi 2000 años en cualquier librería, y se representan en teatros romanos como el Festival de Mérida o Sagunt a Escena. Pero los teatros romanos, a diferencia de los griegos, no se apoyan sobre la montaña sino que sus graderíos se levantan directamente como si fuera un estadio, aunque el de Sagunto es una excepción a esa regla. Hay teatros romanos en todos los países mediterráneos. Aparte del de Mérida, que es Patrimonio (de la Humanidad), en España destaca sobretodo el de Sagunto, por su restauración escrupulosa con la estética original. (La foto es el de Mérida)

Del extranjero me encanta el de Lecce, que es espectacular porque está en mitad de una plaza de la ciudad vieja por debajo del nivel del suelo, rodeado de edificios cutres.

-Anfiteatros: el anfiteatro es como un teatro pero de circunferencia entera, mientras que el teatro es sólo media circunferencia. Los anfiteatros albergaban todo tipo de espectáculos, pero en especial luchas de gladiadores. En España quedan alrededor de una docena, entre ellos destacan el de Tarragona, por sus vistas al mar, el de Mérida y el de Carmona.

Del estranjero mis preferidos son el de Nimes, que hoy se utiliza como plaza de toros, y el de Verona, que acoge conciertos de rock.

-Coliseos: son anfiteatros pero a lo bestia, con capacidad para decenas de miles de exacerbados deseosos de ver sangre. Se trata de edificios tremendamente adelantados para su época, que se podían desalojar totalmente en apenas quince minutos por su sistema de pasillos que rodeaban la grada y por sus amplios vomitorios, de hecho la plazas de toros modernas imitan desacaradamente a estos edificios en su arquitectura, y en la forma en que se distribuyen y son numerados los asientos, y los estadios de fútbol también se inspiran en esos sistemas, el más conocido es el de Roma ciudad, pero mi preferido es el del Djem, en Túnez, una construcción enorme con capacidad para más de treinta mil espectadores que se conserva casi a la perfección en mitad del desierto.

De las pinturas romanas, destacan las realizadas sobre muros y también los mosaicos, de los cuales en la actualidad se conservan muchos ejemplos porque en época romana estaban por todas partes. En el Museo de Historia de la Ciudad de Valencia hay uno excelente, el llamado Mosaico de las Medusas. Ese museo es muy recomendable, por otra parte, porque cuenta con vídeos muy didácticos, ambientados en las diferentes épocas, que ilustran muy bien, mediante actores, las principales características de cada periodo de la historia de Valencia.