martes, 3 de junio de 2008

LECCIONES ELEMENTALES DE HISTORIA DEL ARTE PARA TURISTAS INCULTOS Y PARA ESTUDIANTES ASIÁTICAS (TERCER CAPÍTULO: ARTE PREROMÁNICO)

Los bárbaros, que era como llamaban los romanos a los habitantes del norte de Europa que quedaban fuera de las fronteras del Imperio, eran tribus inferiores a los romanos culturalmente que vivían de la agrigultura y de la ganadería y del saqueo y que no contaban con grandes ciudades ni con instituciones políticas muy desarrolladas. Sin embargo, alrededor del siglo VI, estos pueblos exacerbados y belicosos aprovecharon la decadencia del Imperio para saquear sus principales ciudades y hacerse con todo su territorio, que quedo repartido entre las diversas tribus. A partir de ese momento, Europa asistió a un periodo de gran declive económico, cultural, demográfico, etc del que tardó más de 10 siglos en recuperarse. Muchísima gente pereció en guerras, plagas y hambrunas; la élite económica de las ciudades del Imperio, que eran los poseedores de la cultura, fue exterminada; muchos templos romanos, infraestructuras civiles, puentes y otros edificios como bibliotecas fueron arrasados, quemados y saqueados, y sus piedras utilizadas para construir edificios más pobres; las ciudades perdieron población o fueron abandonadas, pues muchos de sus habitantes murieron y otros volvieron al campo; la economía, la ciencia y la cultura se colapsaron.

El Imperio romano ya había adoptado el cristianismo como su religión desde el siglo IV, y aunque ignoro si ese fue el motivo de su decadencia, a continuación los invasores bárbaros que conquistaron el imperio adoptaron también el cristianismo.

El arte prerrománico español es un termino general que se usa para describir todas las tendencias artísticas del arte cristiano en España desde la caída del Imperio Romano (siglo V) hasta el comienzo del románico (siglo XI). Se trata de un arte rural, muy pobre, con edificios de reducidas dimensiones y diseño tosco comparados con los del periodo romano. Casi todo lo que queda de ese periodo son iglesias: se trata de templos pequeños, con muros gruesos, pocos adornos y casi sin ventanas. El prerrománico e suele dividir en tres estilos diferentes aunque no hay acuerdo entre los estudiosos del tema.

-El arte visigodo (siglos VI y VII): es el arte de los invasores godos que ocuparon la península ibérica tras la caída del Imperio Romano. Es un éstilo muy valioso porque sólo se conservan en España 6 edificios enteros de esta época, y los 6 son iglesias: una está en Orense, una en Palencia, una en Zamora y tres en Tarrasa, muy cerca de Barcelona, aunque con modificaciones románicas, así que si alguna vez tenéis que ir a Barcelona para coger algún vuelo, os recomiendo subir el cercanías e ir a ver esas iglesias. En Valencia queda media iglesia visigoda, está bajo tierra y es visitable en la cárcel de San Vicente, cerca de la catedral y de la Almoina, podéis ir cualquier fin de semana, que es cuando la entrada es gratuíta. En esa iglesia destaca la sencilla decoración geométrica en relieve típica del estilo visigótico y nada más, como ya he dicho era un arte muy sencillo, propio de una cultura tremendamente pobre y atrasada en la que la gente vivía en núcleos rurales, pues en esa época difícil no existían las ciudades grandes. Del estilo visigótico destaca, además de la presencia de esta sencilla decoración geométrica, la utilización del arco de herradura, que surgió en ese periodo y que los árabes que invadieron España después lo copiaron y lo empezaron a utilizar, tanto en España y como en otros países, para la construcción de mezquitas, palacios y en general toda clase de edificios.


-Arte Mozárabe (siglos IX y X): los musulmanes invadieron y conquistaron toda la península excepto Asturias y difundieron el islam por todas las regiones españolas, así que la arquitectura árabe fue la arquitectura propia de España durante siglos. Aunque la mayoría de los españoles se convirtieron al Islam en este periodo, algunos sinceramente, otros por adoptar la religión de la clase dominante, otros para conseguir ventajas sociales, existieron importantes minorías cristianas que nunca se convirtieron y fueron respetadas a cambio de pagar un impuesto especial. Esos cristianos que vivieron en la España musulmana son los mozárabes (no confundir con los mudéjares, que son árabes que se quedaron en España y mantuvieron su religión tras la reconquista cristiana, siglos después). Pese a que en un principio tenían prohibido levantar iglesias, con el tiempo fueron emigrando de la España musulmana a los territorios que los cristianos del norte iban reconquistando, y allí construyeron iglesias muy parecidas a las visigóticas: iglesias pobres, pequeñas, con muros recios y poca decoración y ventanas, pero muchos elementos árabes, como pórticos sustentados con series de arcos de herradura o decoración geométrica en los capiteles. Estas iglesias son también muy valiosas, hay menos de 15 en toda España, ninguna en la Comunitat porque la Comunitat fue totalmente islámica en este periodo, y no fue reconquistada hasta siglos después.


-Arte asturiano (Siglos VIII a XI): como Asturias fue el único lugar de la península que los árabes nunca llegaron a conquistar, Asturias tuvo su propio prerrománico, un arte del que se conservan hoy en día alrededor de 10 o 25 edificios que son patrimonio de la Humanidad conjunto. Sus características recuerdan al arte visigótico y es incluso más sencillo y pobre que éste, utilizando a veces arcos de herradura, pero muy rebajados y otras veces simples arcos de medio punto, por lo que se adelanta al románico y es considerado precursor de éste en muchos aspectos.

LECCIONES ELEMENTALES DE HISTORIA DEL ARTE PARA TURISTAS INCULTOS Y PARA ESTUDIANTES ASIÁTICAS DE CASTELLANO (PRIMER CAPÍTULO: ARTE CLÁSICO GRIEGO)

Esta serie va dedicada a todas aquellas personas a las que gusta viajar y visitar monumentos pero no tienen ni idea de historia del arte occidental, de manera que cuando visitan un edificio histórico su entendimiento sólo les permite discernir si es feo o bonito y si el precio de la entrada es caro o barato. También está dirigida a estudiantes asiáticas de castellano a las que les encanta visitar ciudades españolas pero tienen problemas para entender el arte español por cuestiones idiomáticas y por falta de conocimientos sobre la historia española europea.

Se trata de unas lecciones escritas por un simple aficionado, y además, por no disponer de mucho tiempo, las voy a escribir casi totalmente de memoria y prácticamente sin contrastar. Otras veces, para hacer la lección más clara y más fácil, presentaré los hechos de una manera deliberadamente simplista y esquemática. Así que si alguien encuentra errores, que me lo diga y rectificamos, pero que nadie espere algo muy erudito, sino simplemente un marco general con los parámetros claves para entender los estilos de la arquitectura, la escultura y la pintura en la Comunitat y en España y en Europa. Por otra parte, además de ofrecer conocimientos sobre las corrientes artísticas de cada época, voy a intentar enfatizar la vertiente social, política e incluso psicológica de cada corriente u obra, para que los conocimientos adquiridos vayan más allá del arte en sí, y que nos ayuden a entender no sólo los monumentos en particular, sino también la absurda naturaleza humana y su curiosa capacidad de crear cosas hermosas.

LECCIÓN PRIMERA: ARTE CLÁSICO GRIEGO (Siglos V y IV AC)

Me acabo de saltar decenas de miles de años en la historia del arte europeo porque ésto sólo es un resumen, y el objetivo es ayudar a entender los estilos artísticos que encontramos hoy en día en las ciudades españolas, así que voy directamente a Grecia pasando por encima del arte prehistórico y del periodo celtíbero, pese a que en la mayoría de las regiones de España hay una gran cantidad de tesoros de ambos periodos, sobre todo pinturas rupestres, y también restos de innumerables ciudades, de cerámica, de adornos y de escultura celta e íbera.

Los griegos fueron una de las civilizaciones más avanzadas de la historia en varios terrenos como el político, el matemático y el filosófico, y nos dejaron infinidad de conceptos todavía vigentes hoy en día, quizás el más importante el de la democracia, y también un montón de palabras y de ideas que utilizamos en nuestra vida cotidiana.

Al contrario de las demás civilizaciones de la antigüedad, como los egipcios, chinos, babilonios, etc. que siempre eran sociedades muy religiosas con estructura piramidal y monarca absoluto (rey, faraón, emperador, etc.), los griegos estaban organizados en ciudades-estado independientes repartidas por muchas islas, la mayoría de ellas con pocos recursos naturales, con lo cual, para sobrevivir y para desarrollarse, tuvieron que comerciar entre ellos y también con otras naciones, de hecho los griegos fueron magníficos marineros y se dice que incluso llegaron a América miles de años antes que los vikingos y que Colón.

Por su situación a caballo entre Europa, Asia y África, por sus carencias materiales y por su predisposición al comercio, los griegos estaban en permanente en contacto con civilizaciones dispares de varios continentes, cada una de ellas con diferentes mentalidades, dioses, sistemas políticos, etcétera. Es por ello que desarrollaron una mentalidad mucho más abierta que cualquier otra cultura contemporánea o anterior (la mayoría de las otras culturas eran mucho más conservadoras porque se basaban en la agricultura y no en el comercio). Aunque se trataba de un pueblo religioso, no eran tan fanáticos como los de las otras religiones, tenían cientos de dioses con defectos humanos y que incluso se emborrachaban, cometían adulterio, discutían entre sí y se enamoraban de seres humanos; además los griegos adaptaban dioses de otras religiones con mucha facilidad.

Inventaron la filosofía como un intento de comprender el mundo desde el punto de vista de la razón y de la observación, más allá de verdades absolutas y de dogmas religiosos. Aunque muchas de las ideas de los filósofos griegos resultan disparatados hoy el día -otras eran más acertadas-, por lo menos significaban un primer paso hacia un entendimiento de las cosas más avanzado que las típicas fábulas y leyendas sobre las que construyen su visión de la realidad todas las religiones.

El concepto de democracia también fue una novedad griega. Si bien no era una democracia de verdad porque sólo tenían derecho a voto los ciudadanos libres, que se calcula que serían el 10 por ciento de la sociedad (el resto eran esclavos, comerciantes extranjeros, inmigrantes, etc.), fue un gran avance, por el mero hecho de que suponía la posibilidad de que un montón de personas elegidas para representar a los ciudadanos discutieran y/o pactaran las leyes, frente a los otros gobiernos en los que era un rey absoluto el que decidía hacer lo que le diera la gana; además, la mayoría de los gobernantes de las ciudades griegas se preocuparon por elevar la prosperidad del pueblo y por embellecer sus ciudades.

No obstante, en lo que se refiere a política exterior, pese a su democracia interna, las ciudades-estado practicaron políticas francamente imperialistas, con sus flotas y ejércitos sometiendo y presionando a otras ciudades y pueblos para imponerles tributos y tratados comerciales a menudo humillantes.

En paralelo a la manera de ver el mundo de los griegos, el arte griego, aunque comenzó como una mezcla de varias influencias, sobretodo asiáticas, llegó también a un estado mucho más moderno y "avanzado" que la mayoría de las culturas incluso posteriores. Mientras que las otras naciones se limitaban a realizar esculturas de dioses cuyo objetivo principal era subyugar al vulgo, así como templos grandiosos dedicados a esos mismos dioses, los griegos buscaban el equilibrio, la elegancia y la proporción. Era un arte que por primera vez en la historia carecía a menudo de cualquier intención religiosa y estaba pensado para ser disfrutado en sí mismo, igual que el arte actual.

Por eso en la escultura griega clásica abundan los cuerpos desnudos, cosa que para las demás culturas, e incluso para muchos en la actualidad, habría representado una aberración, un sacrilegio, o simplemente un hecho incomprensible.


Otra aportación fundamental de la escultura griega es el realismo. Hasta los griegos no existe el realismo porque el arte responde a motivaciones religiosas y representa a divinidades, espíritus, dioses, etc., o bien a faraones, reyes o emperadores; siempre de una manera idealizada y propagandística, arrebatándoles sus rasgos más humanos para subrayar su superioridad frente al populacho.

La influencia de la escultura griega en la actualidad es total, incluso hoy en día existe un montón de gente que decora sus casas con esculturas en estilo griego o con réplicas de esculturas griegas.

En cuanto a la arquitectura, en sus templos se buscaba la elegancia y la proporción; la perfección matemática más que la simple grandiosidad propia de los edificios egipcios, babilonios, chinos, etc.

Los edificios griegos se dividen en tres órdenes arquitectónicos que son fácilmente distinguibles por la decoración de los capiteles de las columnas: jónico (con dos volutas o espirales en el capitel), corintio (con hojas de acanto en los capiteles) y dórico (cuyo capitel es el más sencillo).


Esos tres órdenes arquitectónicos han sido utilizados casi ininterrumpidamente por todas las culturas mediterráneas y también por los norteamericanos, incluso hoy en día es muy habitual que se usen en todo tipo de construcciones de nuestra era como chalés, edificios modernos, jardines etc. Pero especialmente estos tres estilos fueron utilizados por los romanos y también por todas las naciones europeas durante los periodos renacentista (siglo XV y XVI) y neoclásico (siglo XVIII). A los yanquis, en particular, les encantó este estilo, y es el que utilizaron en la mayoría de sus edificios gubernamentales en Washington.

Una curiosidad es que cuando se impuso el neoclasicismo en el siglo XVIII, los edificios y esculturas se hacían siempre de color blanco porque se creía que las esculturas y templos griegos eran de ese color, cuando en realidad eran policromáticos pero después de más de 20 siglos, como es lógico, se les había caído la pintura.

Aparte de los templos, los griegos destacaron haciendo teatros. Sus teatros fueron el primer tipo de edificio en Occidente destinado a albergar espectáculos públicos. Se construían al aire libre, aprovechaban la ladera de alguna montaña para levantar las gradas y destacaban por su acústica asombrosa, pero sobretodo por el impresionante tamaño de sus gradas, pues algunos de ellos eran capaces de acomodar incluso a quince mil personas, cifra muy superior a la de los teatros de la actualidad.


En cuanto a la pintura griega, no se conserva ningún cuadro, sólo decoración de piezas de cerámica.

Los griegos fundaron ciudades por casi todo el Mediterráneo, pero en España apenas llegaron a construir algunos asentamientos y puestos comerciales, motivo por el que apenas se conservan edificios griegos en nuestro territorio. Si dedicamos un capítulo al arte griego es por su influencia en casi todos los demás periodos.

En los siguientes capítulos siempre daremos unas recomendaciones sobre los edificios más representativos de cada estilo que se pueden visitar hoy en día en la Comunitat y en España.

SANDWICHES BRITÁNICOS

No soy el primero que escribe sobre esa curiosa tradición británica, puesto que El Pordiosero ya publicó un interesante artículo en su blog al respecto, donde presentaba la guía del sandwich, una divertida web en la cual, bajo el retrato de Lord Sandwich -inventor de ese exquisito manjar-, son analizados minuciosamente más de 300 sandwiches diferentes, de los que se venden en los distintos supermercados y tiendas de comida rápida del peor país del mundo.

Aparte de su disponibilidad, pues encontramos decenas de modelos de sandwiches en cada pizzería, cafetería o supermercado, e incluso en restaurantes caros, tres son a mi juicio las características más significativas del sandwich británico. El primero es la osada mezcla de salsas, en apariencia incompatibles entre ellas, pero que le confieren gran parte de su exhuberancia y jugosidad a todos los sandwiches. Para probar este hecho, podemos realizar en casa un fácil experimento. Primero confeccionamos un sencillo emparedado de jamón y queso de lonchas y nos lo comemos tal cual. Se trata de un sandwich insulso, que a nadie se le ocurriría preparar excepto a una madre que tiene que preparar el almuerzo de su hijo para que se lo lleve al colegio pero que ese día no tiene tiempo o ingredientes para hacerle algo más elaborado.

Pero si confeccionamos ese sandwich untando con mantequilla una de las rebanadas de pan y ponemos abundante mayonesa en la otra -dos elementos cuya unión tiende a ser considerada una atrocidad en España-, y doblamos la cantidad de jamón york y queso, y quizás utilizamos un queso ligeramente más intenso que los típicos que se suelen poner en el sandwich, conseguimos un emparedado cremoso y de potente sabor. Es con estratagemas de esta índole como se consiguen sandwiches que a simple vista resultan insulsos e inapetentes como el "Cheese and Onion" o el "Cheddar and Tomato", pero que en la práctica se convierten en un auténtico recital de sabores en nuestra boca, de hecho los dos modelos que acabo de mencionar se encuentran entre mis preferidos, por su sencillez pero a la vez gran riqueza de sabores y equilibrio ético y estético.

Eso nos lleva a la segunda característica del sandwich británico: la exuberancia. Las combinaciones de salsas e ingredientes hacen gala de una creatividad y un barroquismo que resultarían inauditos en España, no sólo en el relleno del sandwich, sino también en las múltiples clases de pan o en el hecho de que, mientras el modelo estándar son dos rebanadas de pan cortadas en diagonal para que el contenido quede a la vista en el mostrador, existen también sandwiches triples (es decir, tres mitades de sandwich, o lo que es igual: un sandwich y medio) que incluyen o bien tres rellenos diferentes en cada mitad o el mismo en los tres, y también hay variedades como el "Deeply Filled" que se compone de los mismos ingredientes de un determinado sandwich pero con mucha más cantidad, de manera que parece estar a punto de reventar y es ideal para cerdos. Quizás este barroquismo y creatividad en se deba a la ausencia de cualquier tradición de gastronomía elaborada de cierta calidad en Inglaterra, y también al hecho de que en la jornada laboral de ese país la pausa para comer raras veces sobrepase los 45 minutos.

Pero la más importante característica del sandwich británico es la ausencia de cualquier reparo o escrúpulo moral a la hora de determinar qué ingredientes son susceptibles de ser incluídos en un sandwich. De hecho, cualquier plato que exista en Inglaterra tiene su versión emparedada. Es así como existen en cualquier tienda sandwiches como el de pollo al curry, el de pato pekinés, el de Roast Beef (vaca al horno), el de desayuno británico (con salchichas, huevo y bacon) y lo más espectacular, !el sandwich de pavo navideño! cocinado al horno con los mismos ingredientes con los que se prepara el pavo típico de Navidad. Si en España se siguiera la misma política de sandwiches, existirían sandwiches de gazpacho manchego, de pollo al ajillo, de chuletitas de cordero, de cocido madrileño, de pulpo a la gallega, sandwich de menú del día, sandwich de cochinillo...