domingo, 18 de mayo de 2008

SANDWICHES BRITÁNICOS

No soy el primero que escribe sobre esa curiosa tradición británica, puesto que El Pordiosero ay publicó un interesante artículo en su blog al respecto, donde presentaba la guía del sandwich, una divertida web en la cual, bajo el retrato de Lord Sandwich -inventor de ese exquisito manjar-, son analizados minuciosamente más de 300 sandwiches diferentes, de los que se venden en los distintos supermercados y tiendas de comida rápida del peor país del mundo.
Aparte de su disponibilidad, pues encontramos decenas de modelos de sandwiches en cada pizzeria, cafetería o supermercado, e incluso en restaurantes caros, tres son a mi juicio las características más significativas del sandwich británico. El primero es la osada mezcla de salsas, en apariencia incompatibles entre ellas, pero que le confieren gran parte de su exhuberancia y jugosidad a todos los sandwiches. Para probar este hecho, podemos realizar en casa un sencillo experimento. Primero confeccionamos un sencillo emparedado de jamón y queso de lonchas y nos lo comemos tal cual. Se trata de un sandwich insulso, que a nadie se le ocurriría preparar excepto a una madre que tiene que preparar el almuerzo de su hijo para que se lo lleve al colegio pero que ese día no tiene tiempo o ingredientes para hacerle algo más elaborado.

Pero si realizamos ese sandwich untando con mantequilla una de las rebanadas de pan y ponemos abundante mayonesa en la otra -dos elementos cuya unión tiende a ser considerada una atrocidad en España-, y doblamos la cantidad de jamón york y queso, y quizás utilizamos un queso ligeramente más intenso que los típicos que se suelen poner en el sandwich, conseguimos un emparedado cremoso y de potente sabor. Es con estratagemas de esta índole como se consiguen sandwiches que a simple vista resultan insulsos e inapetentes como el "Cheese and Onion" o el "Cheddar and Tomato", pero que en la práctica se convierten en un auténtico recital de sabores en nuestra boca, de hecho los dos modelos que acabo de mencionar se encuentran entre mis preferidos, por su sencillez pero a la vez gran riqueza de sabores y equilibrio ético y estético.

Eso nos lleva a la segunda característica del sandwich británico: la exhuberancia. Las combinaciones de salsas e ingredientes hacen gala de una creatividad y un barroquismo que resultarían inauditos en España, no sólo en el relleno del sandwich, sino también en las múltiples clases de pan o en el hecho de que, mientras el modelo estándar son dos rebanadas de pan cortadas en diagonal para que el contenido quede a la vista en el mostrador, existen también sandwiches triples (es decir, tres mitades de sandwich, o lo que es igual: un sandwich y medio) que incluyen o bien tres rellenos diferentes en cada mitad o el mismo en los tres, y también hay variedades como el "Deeply Filled" que se compone de los mismos ingredientes de un determinado sandwich pero con mucha más cantidad, de manera que parece estar a punto de reventar y es ideal para cerdos. Quizás este barroquismo y creatividad en se deba a la ausencia de cualquier tradición de gastronomía elaborada de cierta calidad en Inglaterra, y también al hecho de que en la jornada laboral de ese país la pausa para comer raras veces sobrepase los 45 minutos.

Pero la más importante característica del sandwich británico es la ausencia de cualquier reparo o escrúpulo moral a la hora de determinar qué ingredientes son susceptibles de ser incluídos en un sandwich. De hecho, cualquier plato que exista en Inglaterra tiene su versión emparedada. Es así como existen en cualquier tienda sandwiches como el de pollo al curry, el de pato pekinés, el de Roast Beef (vaca al horno), el de desayuno británico (con salchichas, huevo y bacon) y lo más espectacular, !el sandwich de pavo navideño! cocinado al horno con los mismos ingredientes con los que se prepara el pavo típico de Navidad. Si en España se siguiera la misma política de sandwiches, existirían sandwiches de gazpacho manchego, de pollo al ajillo, de chuletitas de cordero, de cocido madrileño, de pulpo a la gallega, sandwich de menú del día, sandwich de cochinillo...

RAFA UNIÓN

Tras el éxito de Beerclock, vamos a publicar por entregas la novela corta Rafa Unión, otra de las extrañas obras literarias de Elvar Ata; en este caso ciencia ficción en estilo surrealista con algunos elementos autobiográficos y cierto transfondo político, todo ello en un caos espacio-temporal típico del autor, pues los capítulos aparecen en orden aparentemente aleatorio, pero una vez leídos se van ordenando ellos mismos dentro del cerebro del lector.

Pronto, muy pronto, el primer capítulo.