lunes, 13 de agosto de 2007

CONOCIENDO A TIL Y SU (RELATO DE UNOS HECHOS TOTALMENTE REALES. DEDICADO A REZ BY REZ)

Todo empezó cuando leí el sorprendente comentario de unas lectoras de mi blog que estaban deseando montárselo conmigo:

https://www.blogger.com/comment.g?blogID=7727583146407564271&postID=5090663481706836152

Era la primera vez que tenía una oportunidad así, pues soy gordo, calvo y negro; y por lo tanto las chicas no quieren saber nada de mí. Además, como he vivido siempre en un contenedor de basura, ni tan siquiera los pordioseros se me acercan, y la última vez que una mujer me tocó fue en el año 93, que fue el año en que aprendí a vestirme yo solito sin la ayuda de mi madre, a la edad de 17, así que ahora tengo 29 o 30 años y creo que todavía soy virgen.

La cosa empezó a cambiar después de las últimas elecciones, cuando en mi comunidad autónoma ganaron los sociatas. Bueno, en realidad no ganaron, pues el partido más votado fue el PP, pero los sociatas consiguieron el poder aliándose con la Unión Centrista, el partido independiente, los regionalistas, los humanistas y la coalición Esquerra Unida-Bloc-Iniciativa Nacionalista-Compromís-Alternativa-Els Verds ecologistes del País Valenciano. Aunque yo no voté a los sociatas, sino que voté al PP porque un señor de mi barrio me dijo que si les votaba me daría dinero a cambio.

En fin, los socialistas llegaron al poder y pusieron en práctica una política muy de izquierdas, y hubo un montón de pisos amplios y baratos para los jóvenes, transporte público gratuito, residencias para los inmigrantes, educación de máxima calidad, peatonalización y embellecimiento del centro histórico... y a mí me dieron un crédito para que pudiera comprar del contenedor donde vivía y también reformarlo y rehabilitarlo; también participé en talleres de formación y acabé montando mi propio negocio de alquiler de contenedores para los mendigos de mi barrio.

Desde entonces, he podido prosperar un poco en la escala social. Si bien sigo haciendo sueling de vez en cuando, soy un tipo bien considerado en mi entorno: escribo mi propio blog, juego una vez a la semana al padel, y aunque aún no tengo dinero para comprarme un yate, me he construido uno yo mismo con cajas de cartón. En las próximas elecciones tengo la intención de ofrecer dinero a los mendigos de mi barrio para que voten al PP.

Pues en esas estaba, era ya un ciudadano decente, pero me sentía bastante solo, cuando leí lo de Til y Su:

Mi hermana gemela y yo queremos acostarnos y hacer el amor contigo mientras hablamos de filosofía y bebemos vino. Pero es imposible por que somos de Bolivia y nuestros padres nos tienen como esclavas sexuales en el restaurante que hay junto a la mina de cobalto. Aún así, recurriremos a ese sueño mientras los mineros nos dan cobalto y nosotras nos besamos pensando en ti. Con amor: Til y Su

Fue leer ese mensaje y sentirme totalmente enamorado, por primera vez en mi vida. Hay que decir que yo siempre he considerado una persona muy tradicional, incluso machista, según la opinión de muchos de mis amigos: para mí las mujeres sólo sirven para hablar de filosofía y beber vino con ellas; para hacer sueling no hay nada que supere al clásico colega borracho.

Y por supuesto, estaba también la posibilidad de practicar sexo por primera vez en mi vida, y además con dos chicas a la vez. Así que le dije a mi jefe que me concediera unos días libres porque estaba totalmente enamorado, compré un billete de Air Madrid, un tratado de metafísica de Aristóteles y un pack de cartones de vino Don Simón, y al día siguiente estaba atravesando el océano y dirigiéndome a La Paz, la capital de Bolivia.

Cuando llegué al restaurante del padre de Til y Su, junto a una de las minas de cobalto más grandes del país, pensé que podría tener problemas con el viejo, pues quizás cuando le declarara que estaba enamorado de sus hijas sentiría que le quería arrebatar su bien económico más preciado. Me enteré de que el hombre debía una gran cantidad de dinero al peligroso sindicato de los obreros del cobalto, y como no podía pagar obligaban que prostituyera a sus hijas.

Esa situación me dio mucha pena y empecé a considerar qué podía hacer para ayudarles. Después de mucho conversar con el viejo pude solucionarlo todo y quedamos en lo siguiente: yo le pagaría al hombre un billete de Air Madrid con el que pudiera viajar a Valencia para procurarse una vida mejor en un país desarrollado como el nuestro: viviría debajo de un puente en el río Turia, trabajaría 14 horas al día de sol a sol recogiendo naranjas, y con el dinero que ganara sería suficiente, al cambio, para ir pagando la deuda. Las chicas se quedarían con el restaurante y dejarían de ejercer las prostitución.

Si bien las dos chicas ya estaban totalmente enamoradas de mí desde el principio, me dijeron que después del noble gesto que tuve con ellas se dieron cuenta de que además de un gran escritor de blogs era una extraordinaria persona, y eso les hizo quererme mucho más. Además, Til, Su y yo nos compenetramos desde el primer momento, pues nos gustan las mismas cosas, así que durante toda mi estancia en Bolivia nos pasamos todo el tiempo bebiendo vino Don Simón en tetra brick y leyendo el tratado de metafísica de Aristóteles mientras hacíamos el amor los tres juntos de todas las maneras y en todas las posiciones posibles.

Tanto Til como Su destacan por su gran belleza. De rasgos faciales indianos; suaves y delicados, poseen las dos largas y brillantes cabelleras negras, y unos ojos oscuros que quitan la respiración. Sus cuerpos son pequeños pero esbeltos, llenos de sugerentes curvas, y practicamente iguales, cosa que utilizan para crear jueguetones engaños durante sus los encuentros sexuales que suelen practicar juntas. Las únicas diferencias física son que Til tiene una marca de nacimiento en forma de manzana justo encima de la vagina -que siempre lleva totalmente depilada, mientras que a Su le gusta recortarse el vello púbico por los lados como las actrices pornográficas-; los pechos de Til son mucho más grandes y opulentos, aunque están un poco más caídos que los de su hermana gemela.

En cuanto a los rasgos de su carácter, Til es mucho más abierta y extrovertida que su hermana Su, quien a menudo prefiere dar largos paseos por el campo y disfrutar en solitario de la contemplación de la naturalezas. A Til le gusta mucho la cocina francesa, la ropa de moda, y sueña visitar un día París para ir de tiendas con un hombre rico y guapo con el que pueda comer en restautantes caros y alojarse en hoteles elegantes. A Su, que como hemos visto es más introvertida y callada, le encanta la naturaleza y los libros; y le gustaría un día retirarse un día a vivir en una casa de campo con un hombre romántico que le quisiera de verdad, y dedicarse a cuidar de la casa, a crear una familia y a montar a caballo.

Til es muy curiosa en materia de relaciones sexuales, y le encanta practicar con su hermana y con otros hombres todo tipo de juegos sexuales extremos como el bukake, el bondage, el gang bang, el snowballing, los tríos, el fetichismo, etc. De hecho me comentó, que aunque obviamente estaba tan enamorada de mí como su hermana, le gustaría seguir realizando el amor gratis con un montón de hombres de la mina, preferiblemente con varios a la vez, si yo no tenía inconveniente. Su también es muy apasionada y es capaz también de practicar actos sexuales de lo más obsceno, pero necesita mucho más cariño y confianza para ponerse a tono y disfrutar plenamente de esos juegos en los cuales, con la adecuada preparación, puede ser incluso más fogosa e insaciable que su hermana.

Así pasé mis tres días en Bolivia disfrutando con esas dos mujeres maravillosas de las que sigo profundamente enamorado, y que me lo han enseñado todo en lo que a la sexualidad se refiere. Como consecuencia de ello, he decidido que no me iré a vivir a Japón, sino que me trasladaré a París con Til y Su en cuando hayamos podido pagar la deuda con la mafia boliviana. Buscaremos un novio rico y apuesto para Til y yo me casaré con Su, y viviremos en un contenedor en la campiña francesa, donde nos dedicaremos a aparearnos y a montar a caballo.