miércoles, 30 de enero de 2008

EL SEÑOR PANCETA

Es un tipo tan asqueroso y gordo que en vez de mascar chicle se dedica a mascar panceta, justo lo que le proponía a Homer el doctor Nick Riviera de los Simpson. Para desayunar se decanta por el pollo frito mojado en el café con leche, y después, cuando se le acaba el pollo y la panceta se tira el café por encima. El pollo frito lo compra en un fritanga de la esquina que huele a mierda, y al llegar a su casa vuelve a freírlo todo otra vez, todos los días en el mismo aceite de los días anteriores, para que tenga más grasa todavía.

Trabaja de recepcionista en un hostal de mierda en Santiago de Compostela. Trabajar de recepcionista en un hostal es el mejor trabajo del mundo, aunque no paguen muy bien, porque consiste simplemente en estar sentado sin hacer nada durante ocho horas, y puedes leer, escribir, leer el periódico, comer, cocinar, masturbarte o hacer lo que te venga en gana. Es el trabajo más parecido a no trabajar, simplemente de vez en cuando alguien te pide una llave y tienes que mover la mano para dársela, o te preguntan por un restaurante o dónde está la parada de bus más cercanay simplemente tienes que decírselo, se lo dices amablemente y no cuesta ningún esfuerzo, es casi imposible equivocarse y si no sabes algo te disculpas y lo miras en internet en ese momento y se lo dices en un minuto; al final es muy fácil que el cliente se vaya contento y a veces incluso hasta te dan propinas, totalmente inmerecidas porque tú simplemente estás ahí rascándote las pelotas y siempre contestas a las mismas preguntas chorras dos veces cada ocho horas y no haces nada más en todo el día.

Yo estuve haciendo ese trabajo durante un tiempo. No es como en un hotel que normalmente haces un montón de papeleo y hasta a veces tienes que asumir responsabilidades. En un hostal no haces nada, en tres meses que estuve allí me leí más de 100 libros, incluso el Quijote, aprendí idiomas, hice amigos online de todo el mundo y escribí un montón, hasta óperas. Al final estaba tan aburrido que me dedicaba a traducir traducciones de libros famosos otra vez a su idioma original; cada semana traducía un libro entero; traducía la Eneida del español al latín o un libro de Harry Potter del castellano al inglés, simplemente para distraerme comprobando si mi versión era exactamente igual, palabra por palabra, a la versión inicial del autor. Así pasaban los días en ese trabajo parecido a no trabajar. Trabajaba menos de 5 minutos al día, sólo cuando un cliente me preguntaba algo. Le daba siempre información de calidad porque no me costaba ningún esfuerzo hacerlo.

Yo pensaba que no existía ningún recepcionista de hostal malo hasta que me crucé con el señor Panceta, sin duda el peor recepcionista del mundo. Le pregunté un sitio que estuviera bien para comer en Santiago y el tipo me contesta que en cualquiera. !Bingo! !Por supuesto que en Galicia se come de puta madre en todas partes, para eso no hace falta preguntar a un gordo de mierda! Si le preguntas a un recepcionista un sitio para comer bien, esperas que te recomiende un lugar no turístico que esté bien de precio y calidad, donde van a comer los nativos y no los guiris, o algún lugar con un producto especial o con unas vistas fantásticas. Eso le intenté explicar al señor Panceta, pero el tipo seguía mirándome fijamente con esa media sonrisa enigmática de gilipollas que le caracteriza.

Al día siguiente, le pregunté dónde y a qué hora se cogía el bus para el aeropuerto y el tipo me contestó. "Creo que es en la Plaza de Galicia, pero no sé los horarios. Pero es mejor ir en taxi, para m´s seguridad. Todo el mundo que conozco hace eso" Si el señor Panceta llevaba más de dos semanas trabajando en ese sitio, seguro que le habían hecho esa pregunta más de diez veces, pero el tipo probablemente prefería quedar como un gordo inepto antes que meterse en internet e imprimirse los putos horarios del autobús.

Yo creía que no había en el mundo nadie más perezoso que el pordiosero Unión, hasta que conocí al Parado. Y ahora resulta que existe alguien incluso peor: el señor Panceta.

1 comentario:

El profeta Azul dijo...

De la direccion y el nombre del hostal para que los lectores de su blog vayan a visitarle y a introducirle objetos por el recto a ver si se espabila