martes, 30 de octubre de 2007

CIUDADES QUE NO FIGURAN EN NINGÚN MAPA: HAMBURGO

Se accede a Hamburgo por una sucia avenida de veinticuatro carriles por sentido; entre ellos existen, además de las anchas constelaciones de vías de ferrocarril, canales estrechos por donde navegan petroleros gigantes: las inmensas industrias contribuyen a mantener el aire siempre gris, alcanzándose índices de contaminación que hacen difícil la vida.

En la periferia, las inmensas avenidas desahuciadas sirven de escenario para practicar el deporte local, variedad híbrida del fútbol y del baloncesto. Los jugadores realizan los relevos triangulando entre los automóviles abandonados, y, a través de túneles, callejuelas y canales, deberán encestar, ya en el centro de la ciudad, en los balcones poblados de flores amarillas. Los partidos duran jornadas enteras y los equipos están formados por docenas de componentes; el trofeo es recibido de manos de Paco Nadal.

Finalmente, el puerto se alza en edificaciones y esculturas suburbiales rodeadas de agua, y el tráfico de pasajeros está ordenado mediante infinidad de remolinos y corrientes, de modo que las personas sólo tienen que dejarse llevar por los flujos de sucia agua ascendente y descendente hasta llegar a los apeaderos y agarrarse a las boyas.