El mundo al revés:
los del no a la guerra
apoyando la carnicería de la OTAN en Libia
y los periódicos -libres
e independientes-
diciendo todos exactamente lo mismo.
No hay dinero
para las pensiones,
pero sí para la guerra humanitaria.
Detener las matanzas,
-quizás inventadas-,
con otras matanzas.
Bombardeos sobre Trípoli
del Nobel de la paz.
Unos imbéciles celebrando
que arrasen su país los terroristas internacionales:
qué asco de mundo (vuestro mundo);
qué orgulloso estoy
de haber dejado de ser español
y de haber dejado de ser occidental.