La complicada, corrupta, inoperante burocracia europea, ahora mismo al servicio de las multinaciones, será sustituida por un gobierno europeo reducido y centralizado en tres únicos ministerios: interior, con el Profeta Azul al frente y sede en Patraix, Valensia, Comunitat Valensiana; exteriores, con sede en Osaka, y el Chino Muerto a cargo; papeos, gestionado por el Pordiosero Unión.
Se construirá un muro alrededor de Israel, para que así el muro criminal que los israelíes han levantado en Palestina deje de tener sentido al estar a su vez rodeado por un muro, como una jaula dentro de otra jaula y así sucesivamente para que los israelíes tampoco puedan salir ni llevar una vida digna, con un país en forma de Donut.
A partir de ahora, todos los conflictos internacionales se solucionarán con esa fórmula de aislar internacionalmente a los países rebeldes con un muro hasta que no haya problemas en el mundo, sólo muros.
COBRAR UN TASA A LA SGAE.
Es obvio que todos esos prepotentes como Ramoncito y compañía no se han dado cuenta de que nadie está interesado, no ya en pagarles un impuesto, sino simplemente en escuchar toda la basura que dicen deender. Si todavía hay gente escucha toda esa bazofia es por el monopolio que ejercen en los medios de comunicación y por la avasallante publicidad que les permiten tales medios, que acaban entrometiéndose en la vida de cualquier ciudadano y haciéndoles escuchar sus subproductos artísticos en contra de su voluntad en repetidas ocasiones a lo largo del día, generando así una invasión de la privacidad innecesaria y molesta por la que sin duda deberían estar obligados a pagar.
Como es imposible determinar y cuantificar la gran cantidad de veces al día que un ciudadano normal es atacado por radiofórmulas y subproductos comerciales sin quererlo, propondemos una tasa por la que cada vez qie una persona que compre un CD o un ordenador, esa persona tenga derecho a cobrar una indemnización de la SGAE presentando el ticket, que haría las veces de cupón canjeable por dinero, ante tal sociedad; o bien se aplicaría directamente un impuesto en el momento de hacer la compra.
Esa tasa servirá también para compensar el flaco favor que le hacen estos tipos a la cultura, impidiendo que salgan a la luz los verdaderos artistas.
PINCHARLE LAS RUEDAS AL IMPERIALISMO
Fomentamos una campaña de resistencia terrorista pero no violenta para terminar con la especulación, el imperialismo, la contaminación y el cambio climático. Esta sencilla y económica campaña consiste en que un grupo de cientos de miles de ciudadanos concienciados a lo largo del mundo se dedique como acción de resistencia a pinchar las ruedas de todos los vehículos grandes que haya en cada país. Como estos vehículos grandes son utilizados principalmente por directores de periódicos que mienten para defender el capitalismo y el imperialismo, por políticos que gobiernan en favor de las grandes empresas; dueños de fábricas que contaminan; directores de ONG tapadera para matar sindicalistas y curas progres en el tercer mundo, cuando los coches de esta gente no se muevan, también se detendrán el imperialismo, el deterioro de los derechos de los pueblos del mundo, la monstruosa, innecesaria y absurda industria del automóvil y las agresiones a Miguel Álvarez.
Esta original forma de resistencia producira además una reactivación de la economía gracias a la producción de cientos de millones de neumáticos que serán destruídos una y otra vez por los activistas del lado bueno antes de ser utilizados, creando millones de puestos de trabajo en la industria del neumático, una de las industrias más sostenibles y ecológicas que existen.
REACTIVACIÓN DE LA BURBUJA ECONÓMICA
1 comentario:
Excelentes propuestas, le propongo que para asegurarnos unos cuantos sofas en el parlamento europeo con chela gratis por la mañana y agua fresquita por la tarde, tomemos ejemplo del PPSOE, su partido sera de derecha japonesista o como quiera para contentar a los fachas y mi partido sera socialista para contentar a los que se creen que realmente es socialista, da igual que luego tengamos el mismo programa de gobierno o diferente.
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