Mostrando entradas con la etiqueta literatura de viajes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta literatura de viajes. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de junio de 2010

CIUDADES QUE NO FIGURAN EN NINGÚN MAPA: VALENCIA

La capital de la Comunitat está situada en una estepa remota de Siberia, alrededor de un lago con forma de circunferencia de unos 12 kilómetros de diámetro. La zona residencial está formada por monótonos bloques de apartamentos que rodean el perímetro el lago, sin alejarse demasiado de éste. Pero las partes más interesantes de la ciudad son sin duda las que se encuentran en la superficie del propio lago y debajo del mismo.

Existe dentro del lago una gran diversidad de pequeñas islas e islotes. Algunas de tales islas están desiertas y conservan gran parte de la flora original, en otras islas hay parques de atracciones de los años cincuenta como en el que aparece en la película de Hitchkock "Extraños en un Tren". En otras islas hay pequeños pueblos tradicionales británicos de piedra, con hermosas iglesias góticas e incluso una catedral, y en otras hay bellas playas o palacios de congresos ultramodernos que cuentan con enormes galerías acristaladas subacuáticas desde las que se puede contemplar el fondo en todo su esplendor.

A pesar de su localización en la parte más inhóspita y despoblada de Siberia, Valencia cuenta con un mircroclima propio que hace que sus temperaturas anuales sean más similares a las de Venecia que a las del resto de Rusia. Por eso los valencianos suelen utilizar góndolas y vapoettos para desplazarse a las islas más cercanas y entre las islas, y la ciudad está llena de hermosos apeaderos de madera y de junco. Para cruzar el lago o para ir hasta las islas más lejanas de éste, la ciudad cuenta también con una excelente red de metro que comunica unas orillas con otras y que tiene estaciones debajo de las islas principales. 

Para no perjudicar el encanto visual y la estética del lago, existe una gran variedad de complejos de ocio construídos bajo el nivel del agua alrededor de las estaciones de metro, con innumerables pasillos y pabellones en los que podemos encontrar cines, estadios de fútbol, supermercados, restaurantes y tiendas donde se venden artículos de moda. 

martes, 23 de marzo de 2010

EL DESIERTO ZEN

Hay una colina en mitad de un salvaje desierto de color gris que a su vez se encuentra en una de las zonas más inaccesibles de Japón. A esa región apenas llega un autobús diario, que todavía deja a los turistas a varios kilómetros de la atracción principal de la zona: el estanque de cocodrilos.

Para llegar al estanque de cocodrilos, hay que caminar varios kilómetros por un sendero de tablas de madera que serpentea entre las dunas hasta alcanzar el objetivo final, que consta de una maceta con dos flores rosas junto a  un precipio inmenso, varios kilómetros de profundidad, en el fondo del cual está el estanque en sí, un charco de agua grisácea de apenas un par de metros de longitud. El paisaje que se observa alrededor del estanque, igual que el que existe a ambos lados del camino que conduce al mismo, destaca por su monotonía y falta de elementos de interés.

La mayoría de los visitantes de ese lugar enigmático se alojan en el alberje juvenil Sverdlovsk, a varios kilómetros de distancia, en la población más cercana al desierto. En albergue es raro raro porque en el interior del mismo hay un ruidoso aparcamiento de coches de varios pisos con rampas de cemento, y justo al lado del parking, en el mismo edificio, están cómodas pero sobrias habitaciones y también zonas lúdicas para los mochileros, mesas de pin-pong, sets nevera-sillón-mesa para hacer botellón e incluso un piano conectado a amplificadores.  El ambiente es siempre muy animado en esta parte lúdica del albergue, aunque hay que lamentar el ruido de los coches y la falta de calidad del aire.