sábado, 22 de marzo de 2008

LAS MANIFESTACIONES PACÍFICAS DEL DALAI LAMA

Esta semana los medios oficiales, incluyendo por supuesto todos los telediarios y los tres panfletos que la CIA edita en España (El País, el ABC y el Mundo) nos han estado taladrando con el tema de las protestas en el Tíbet.

Miles de estudiantes pro-democracia apoyados por humildes e inofensivos clérigos budistas han salido a la calle para participar en pacíficas manifestaciones para pedir más derechos humanos en la región.

El terrible gobierno comunista chino ha reprimido contundentemente a los participantes en esas manifestaciones, causando decenas de bajas. El venerable Dalai Lama ha pedido contención al gobierno chino y les ha acusado de realizar un genocidio cultural y de impedir las aspiraciones democráticas del pueblo tibetano.

Cuando el venerable Dalai Lama -el mismo de ahora- estaba en el poder en el Tíbet, antes del comunismo, existía un régimen feudal ultraconservador en el que la población tibetana estaba legalmente divida en castas. El 85% de la población eran siervos de la élite religiosa de los monasterios.

Ese 85% de la población carecía totalmente de derechos, podían ser vendidos por su señor o incluso a veces eran asesinados por éste sin que investigación seria alguna fuera jamás llevada a cabo. Existían castigos físicos horribles, incluyendo la mutilación de miembros corporales -como orejas, piernas y dedos- para aquellos que se rebelaban contra las tareas más denigrantes que les obligaban a hacer sus amos. La mayoría de la población era analfabeta y vivía en la miseria.

El índice de mortalidad infantil era del 43%, la esperanza de vida de 35 años. No había ni carreteras ni escuelas ni luz ni electricidad ni hospitales, se quemaba vivas a mujeres que habían dado a luz gemelos por ser brujas y decenas de miles de personas pobres morían de viruela, lepra o tuberculosis. El venerable Dalai Dama, que tanto desapego predica por las cosas materiales, era dueño por ley de todos los tibetanos, pero en la práctica poseía decenas de fincas y de campos, miles de siervos y centenares de esclavos.

No es que el comunismo chino sea perfecto, ni mucho menos, pero desde el comunismo los tibetanos tienen acceso a la educación, están bien alimentados y cuentan con infraestructuras y hospitales bastante aceptables. Y por mucho que los periódicos que leéis todos los días afirmen sin pruebas lo contrario, su cultura propia es respetada por el gobierno central.

Poseen un gobierno laico que permite cualquier culto religioso aunque sin permitir que se mezclen religión y estado, un gobierno que dentro de la corrupción habitual china se preocupa más o menos por el beneficio de los ciudadanos, que son iguales ante la ley y que hoy en día gozan prácticamente de los mismos derechos que cualquier ciudadano occidental, si exceptuamos la posibilidad que tienen los europeos y americanos de elegir cada cuatro años entre dos partidos iguales.

Algunos corresponsales de medios alternativos así como varios turistas extranjeros que estaban estas últimas semanas en el Tíbet, han confirmado la versión oficial del gobierno chino de que ellos no han empleado larmas de fuego durante estos disturbios. Según esas fuentes, los manifestantes iban armados con cócteles molotvs y se dedicaban a incendiar todos los comercios chinos que encontraban a su paso, y a atacar a todo chino que veían a pedradas o a cuchillazos.

Según un turista español que se encontraba en Lasha de vacaciones, los estudiantes y los sacerdotes parecían totalmente fuera de sí, provocando destrucción y caos a su alrededor sin ton ni son. Algunas personas fueron sacadas de sus casas y asesinadas a machetazos.

La semana pasada, después de bombardear un supuesto campamento de las FARC en territorio ecuatoriano y de ejecutar luego a sangre fría a todos los supervivientes, el gobierno colombiano dijo haber encontrado en la zona -pese a que todo a 50 m a la redonda había sido pulverizado- unos ordenadores portátiles que supuestamente demostraban la conexión de los gobiernos de Ecuador y Venezuela con las Farc.

En las pasadas elecciones venezolanas, un partidario de Hugo Chávez fue asesinado por unos pistoleros exacerbados en el transcurso de una manifestación en contra del gobierno. Al día siguiente, todos los medios de comunicación de occidente dieron la noticia de que un manifestante había muerto en una manifestación contra Chávez: sin incurrir en ninguna mentira explícita estaban de nuevo falseando la realidad para decirle al mundo que en Venezuela hay una dictadura.

El año pasado hubo un asesinato en el Líbano que muy posiblemente fue cometido por el Mossad. Todos los telediarios divulgaron como cierta, sin prueba laguna, la versión del gobierno yanki de que él asesinato había sido perpetrado por Siria con la ayuda de Irán.

Probablemente la mayoría de las bajas provocadas entre los tibetanos sean obra de radicales entrenados y armados por agentes de la CIA o al servicio de ésta. La CIA lleva décadas conspirando para que la población tibetana se levante contra China en el Tíbet; los medios de comunicación se limitan a comerle la cabeza a la población mundial para que adopten el punto de vista que conviene a los yanquis, aunque ignoro cuáles son los objetivos específicos de este último golpe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor de la economía occidental se amalgama con lo peor de las dictaduras de estado y forman la actual China. Y lo peor de lo peor es que a casi todos, en occidente, les resulta cómodo tener 1.500 millones de esclavos que no requieren atención.

El profeta Azul dijo...

Doctor hable en castellano proletario que no le entiendo, en agosto ire a china y luego le cuento si es peor la dictadura que hay en españa o la de china